Cada año el escenario se torna más preocupante para las mujeres. Recientemente, el Observatorio del CEPAL reveló que solo en 2018 más de 3500 mujeres fueron asesinadas en 16 países de América Latina por razones de género. En Perú, se registraron 166 feminicidios en 2019, y en lo que va del año, ya se registran más de 30 feminicidios. Sumado a ello, 68% de las mujeres en el Perú ha sido víctima de violencia psicológica, física o sexual al menos una vez en su vida.

La violencia contra las mujeres es una constante que no puede normalizarse ni debe perderse en las cifras. Es necesario comprender qué está pasando para poder tomar medidas urgentes y estructurales para eliminar la violencia machista que nos golpea cada día y que le arrebata de la manera más cruel e impune la vida a niñas, adolescentes, mujeres.

Lamentablemente, se está normalizando un discurso en defensa de los valores tradicionales que relega a las mujeres a un rol reproductivo y una dedicación exclusiva a las labores del cuidado, sin que se reconozca su derecho a decidir sobre su cuerpo y su salud sexual y reproductiva. Es más, las mujeres defensoras y activistas en toda su diversidad, están en el punto de mira de los ataques de grupos antiderechos por el solo hecho de ser mujeres y defender los derechos humanos.

Pero como una respuesta nunca antes vista, millones de mujeres se están movilizando a nivel global para exigir igualdad de oportunidades y alto a la violencia. Esta marea feminista es tal vez una respuesta dramática, pero esperanzadora a la vez, pues está uniendo diferentes voces procedentes de diferentes rincones del mundo, que demandan espacios libres de violencia machista. “Un violador en tu camino”, del colectivo chileno “Las tesis”, se ha convertido en un himno reivindicador contra la violencia machista en el mundo occidental, que viene siendo coreado por millones de mujeres. “Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía”, dice el coro de la canción.

Queda claro que los grupos antiderechos han fracasado en sus intentos de silenciar las voces de las mujeres que se multiplican y suenan cada vez más fuerte. Y en Perú, han fracasado en su intento de eliminar el enfoque de género en el currículo escolar, pues en 2019 la demanda de un grupo conservador contra el enfoque de género en el currículo escolar fue declarada infundada.

La reacción de la sociedad tiene que tener una respuesta concreta y prioritaria desde el Estado. En ese sentido, Amnistía Internacional considera fundamentales y prioritarios los siguientes puntos: hacer efectivos los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, contar con recursos económicos suficientes y sostenibles para asegurar las políticas, estrategias y planes nacionales sobre la igualdad de género, proteger a las mujeres defensoras de derechos humanos en su diversidad, asegurando que se desarrollen en espacios libres de violencia para poder ejercer su labor. Además, asegurar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia, pues pese a los avances normativos, enfrentan grandes barreras, empezando por estereotipos y prejuicios que las alejan de la justicia.

Este 7 de marzo debemos salir a las calles de todo el Perú para reivindicar nuestros derechos y hacer que nuestra sociedad sea cada vez más justa, igualitaria y feminista.

¡ÚNETE A LA MARCHA!